Este artículo es para TUS PADRES, así que diles que lo lean cuando puedan y luego tú continuas con tus actividades.
Artículo sacado de "Familia y cole"
“¡Mamá, me aburro!” En
estos días de vacaciones de verano seguro que no tardarán en escuchar a
su hijo o hija decirlo más de una vez. En esta entrada voy a abordar el
tema y a tratar de daros unas pautas para afrontarlo.
Antes de empezar
Aburrirse… es bueno
Aunque no lo crean el hecho de que tus hijos se aburran es bueno. El
aburrimiento es una situación “desagradable” y pone en marcha mecanismos
para evitar esta situación. De esta forma
estimula la creatividad y el ingenio para poder combatirlo.
Si directamente le solucionas el problema, estás eliminando esa parte positiva y estás coartando su creatividad e ingenio.
Por qué se aburren
Algunos papás y mamás os extrañáis de que se aburran a pesar de que tienen “de todo”. Generalmente los chicos
tienen durante el curso un ritmo y horario muy rutinario y estructurado:
ir al cole, comer, descanso, actividades extraescolares, deberes… En
las vacaciones de verano hay más tiempo libre que rellenar y al
principio, no saben cómo hacerlo.
En realidad es una situación muy similar a la que ocurre con las
personas que se jubilan que cuando llevan un periodo en esa situación no
saben qué hacer “con todo el tiempo del mundo”.
Seis consejos prácticos
1. No lo entretengas
Si tu hijo o hija te dice que se aburre… tiene un problema: no se lo soluciones, no lo entretengas. Él
tendrá que aprender a gestionarse su tiempo libre, a rellenar ese tiempo.
Para ello estimulará su creatividad para buscar una solución. El
aburrimiento no es problema de los padres: es un problema del niño o
niña,
déjalo que lo solucione.
2. Ofrécele algunas posibilidades
Puedes
proponerle algunas posibilidades de entretenimiento, para que él eleja.
Por ejemplo, la lectura, escribir historias, un diario, dibujar o
pintar, las manualidades con diferentes materiales como escayola,
arcilla, marquetería… la realización de puzzles más complejos, hacer
abalorios, como collares, pulseras, las construcciones, etc.
También le podéis enseñar y ofrecer diferentes espacios que haya
disponibles en la localidad y que él pueda ser usuario, por ejemplo
bibliotecas locales y otros centros culturales.
3. Facilítale disfrutar al aire libre
El verano es un tiempo para disfrutar al aire libre y hacer
ejercicio. Si está dentro de tus posibilidades, facilítale esta
alternativa:
acudir a la piscina aunque sea unos días a la semana,
salir con la bicicleta o el patinete, jugar en lugares seguros al exterior…
4. Encomiéndale tareas
También es adecuado que le encargues
algunas tareas del hogar adecudas a sus posibilidades y edad. Es una forma de educarlos en la corresponsabilidad.
Desde ayudar en la limpieza de la casa, la vajilla, cuidado de las
plantas o del jardín, cuidado de mascotas, lavar el coche, hasta
realizar algunas pequeñas “chapuzas” como pintar o similares. Siempre
supervisados y que sean adecuadas a su edad.
5. Ponlo en relación con otros niños
Dependiendo de las posibilidades, es muy conveniente
ponerlo en relación con otros niños:
sus amigos del colegio, primos o amigos del barrio. Compartir juegos e
ideas con otros chicos también estimulará su creatividad para combartir
el aburrimiento.
6. Evita el monopolio de ciertas actividades
Por último, debes evitar que ciertas actividades monopolicen su tiempo libre,
sobre todo aquellas más pasivas,
como la televisión. No pasa nada porque dediquen más tiempo a la
televisión o a los videojuegos del que dedican durante el curso, pero
que no se conviertan en las únicas actividades de tiempo libre. Lo mejor es que dispongan de una variedad de actividades.
En cualquier caso, espero que esos consejos os ayuden a combatir… el aburrimiento de vuestros hijos e hijas.